Cayucos, manual de usuario
LUIS ROCA ARENCIBIA 08/06/2008
El paraíso que buscan los inmigrantes se troca demasiadas veces en infierno: pobreza, marginación o incluso una muerte terrible en el mar. Ellos mismos se lo advierten a sus compatriotas en un documental.
En 2003, los cineastas Chus Barrera y Alicia Fernández Carmena recabaron testimonios de subsaharianos que arribaban de forma clandestina a las costas canarias. El objetivo era hacer llegar su experiencia a otros potenciales emigrantes en sus propios países. En el documental Europa, ¿paraíso o espejismo?, los inmigrantes narraban la peligrosidad de la travesía y advertían, a quien quisiera imitarles, de los inconvenientes de la vida en Europa, un lugar muy distinto al que imaginaban, aún más inexpugnable cuando caían en la cuenta de que habían desembarcado a casi dos mil kilómetros de la plataforma continental. Les pedían que desconfiaran de quien habla de la emigración como un viaje al paraíso. Recelar de quien les propone comprarlo por 3.000 dólares. Sospechar de quien promete empleos bien remunerados y un recibimiento con los brazos abiertos. La iniciativa estaba auspiciada por la ONG española Nimba. Tras esta primera experiencia, presentan ahora Djiarama (Bienvenidos), un segundo documental que recoge las reacciones del público africano ante la proyección del primero. Éste es el relato de quienes han querido llegar al mismo corazón del problema con la esperanza de sanarlo.
Alicia Navarro, de 47 años, es cónsul de la República de Guinea (Guinea Conakry) desde 1996. La representante en España de este país con 9,5 millones de habitantes, de mayoría musulmana y gobernada desde 1984 por Lansana Conté. Navarro mantiene relación con Conté desde que, a los 23 años, una avería en un avión le hiciera entablar amistad con la primera dama del país, una de las dos esposas oficiales del presidente. La cónsul es una de las máximas conocedoras europeas del África subsahariana. Se lamenta del poco conocimiento que demuestran los poderes públicos españoles y de la UE, y de las estructuras de corrupción “soterradas” que Occidente ha creado en torno a África.
A través de Nimba, Navarro ha llevado a cabo varios programas de ayuda, especialmente con “su país”. Uno de sus logros fue que la ablación y la fibulación fuesen penalizadas. “Los imanes decían que la ablación era un mandato escrito en el Corán. Comprobé que en ninguna parte aparecía nada semejante. Con mis pruebas fui al presidente. Tuvo que rectificar. Recuerdo con horror los viernes, cuando sacaban los féretros de las niñas que morían desangradas”. De la fibulación se habla menos. A la hija preferida se le cosen cruzadas en los labios vaginales dos ramitas. Ahí quedan incrustadas. Cuando llega la hora, la presión del pene sobre los palos hace un efecto tijera que secciona el clítoris. Dicen que proporciona un placer especial al esposo.
Pero volvamos al documental. Chus Barrera y Alicia Fernández Carmena han dirigido los documentales de Nimba. El primero, Europa, ¿paraíso o espejismo?, fue mostrado en 2005 en Guinea Conakry a dos millones de personas en proyecciones masivas: en mezquitas, en un campo de fútbol, en plazas públicas y por la televisión estatal. Logró una reducción de la emigración del 70%, según la policía española. Por el trabajo, la cónsul Navarro obtuvo la Medalla al Mérito Civil. “Hay dos tipos de inmigrante. El que es captado con mentiras por las mafias para hacer negocio, y el que está convencido de que salir del país les procurará un futuro mejor. El segundo tipo, la minoría, logra el dinero con aportación de toda la familia y es el más fuerte del clan”. Por eso, si el viaje no da resultado, el fracaso se multiplica en el país de origen.
CANARIAS ES EL FRONTÓN donde más espectacularmente ha golpeado la inmigración últimamente. No son raras fotografías como la del turista inglés flotando en su colchoneta en Los Cristianos mientras pasa un cayuco con 40 africanos a bordo. “Hubo meses, en 2001, en que se hablaba de la llegada de 40 personas y más de 600 desaparecidos. Hoy logra llegar el 60% de los que salen”, apunta Navarro. Según la UE, en los últimos años han muerto más de 10.000 personas tratando de alcanzar Canarias desde África. “Viví situaciones espeluznantes. Como la identificación del grupo de inmigrantes momificados que llegó al Caribe en un barco a la deriva”.
DESPUÉS DEL ÉXITO de Europa, ¿paraíso o espejismo?, Nimba quiso extender la experiencia a Malí y Senegal. Volver a proyectar el documental para grabar las reacciones de los espectadores, generar un debate, conocer su predisposición a emigrar, sus motivaciones. Y hacer con todo ello otro documental. La ONG pidió ayuda a las autoridades españolas. Pero no sólo se la “negaron”, sino que les “robaron la idea con una copia burda”. El Gobierno español ideó una serie de spots publicitarios “carísimos y desafortunados”, según Chus Barrera, y los proyectaron en Senegal. “Usaron vivos para hacerlos pasar por muertos, algo prohibido por el islam… ¡Un desastre!”, dice Fernández.
Nimba consiguió 20.000 euros del Gobierno canario y realizó en 2006 una serie de proyecciones en países africanos que se convirtieron en el documental Djiarama (Bienvenidos). Cuentan con la colaboración desinteresada de El Deseo, la productora de los Almodóvar, y de Antonio Carmona, que les compuso la música. “Usé sólo una guitarra que señala el lugar donde está la verdad: la pantalla”, dice el compositor. Es un trabajo emocional. Sentí que tenía que aportar mi granito de arena”.
“Para Djiarama hicimos siete proyecciones en lugares pequeños”, explica Chus Barrera. “Una vez que proyectamos Europa, ¿paraíso o espejismo? ante 20.000 espectadores en un estadio hubo tumultos cuando una mujer reconoció a un hermano entre los muertos”. Esta vez se optó por mostrar las imágenes en hospitales, escuelas, centros cívicos, bares, asociaciones. La proyección del Lycée Bonfi, ante chicos de 13 a 17 años, es la que más les impresionó.
La conclusión de Djiarama es contundente, dice Navarro: “Los africanos no tienen ningún interés en venir, en contra de lo que se piensa en Europa. Pero necesitan medios. La solución es tan simple como darles la herramienta y dejarles trabajar en su territorio. No trastos inútiles como cuando un Gobierno envió quitanieves. Ni tampoco dinero, porque nunca llega a su destino, y en el caso de que lo hiciera, allí no serviría de nada. La solución es más barata de lo que piensan los Gobiernos europeos que se quejan de la inmigración”. Alicia Fernández carga: “No sería la primera vez que el dinero de ayuda acaba en una cuenta en Suiza”. Barrera apunta: “Tampoco es recomendable contar con los diplomáticos, porque suelen estar a sus asuntos. Hacen negocio con la emigración”. Y Navarro dispara: “Muchos vienen a hacerse la foto”.
El desenlace de la trilogía que pretende culminar Nimba está por ver. Barrera y Fernández quieren recuperar el rastro de los inmigrantes que grabaron en 2003 para Europa, ¿paraíso o espejismo? Sólo han localizado a dos. La historia de Dieli Touré es ilustrativa. La cuenta Alicia Navarro: “Después de llegar a Canarias y permanecer semanas entre el centro de retención y tirado por la calle, a un político canario se le ocurrió fletar aviones de madrugada y mandarlos a Madrid”. El guineano llegó a la gran ciudad con los mismos recursos (ninguno), pero aún más perdido. “Alguien le dio unas señas que le obligaban a cruzar a pie la M-30. Fue atropellado. Quedó tetrapléjico. Hoy está en Las Palmas acogido por la ONG. Pendiente de ser repatriado”. Su vuelta a Guinea quizá sea lo único que evite que su vida se desvanezca a negro.
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